” La creatividad es inventar, experimentar, crecer, tomar riesgos, romper reglas, cometer errores y divertirse.” Mary Lou Cook.
Hace muchísimo tiempo que no escribí aquí. Durante las vacaciones de Navidad, me fui durante dos semanas en Francia. Me encanté regresar en casa, ver toda mi familia, mis amigos, festejar y recuperar hábitos que había olvidado. Pero también fui feliz regresar en Terrassa porque después de tres meses en Catalunya, puedo sinceramente decir que aquí también tengo una familia y un hogar ❤
Desde que regresé en Terrassa, el tiempo ha pasado rapidísimo. El 5 de enero con las chicas y un otro voluntario fuimos a ver los reyes magos en la calle. Que chulo, nunca en mi vida he visto volar tan caramelos en el cielo! Después de eso, la primera semana de trabajo fue básicamente dedicada a la preparación del intercambio organizado por La Vibría. Un intercambio que se llama Gendart y que trata del género, a través de los artes como la pintura, la baile, el teatro,… En paralelo, no dejo asistir a los cursos de circo con los niños y cuanto más tiempo pase, más me gusta estar con ellos, a crear vínculos con complicidad y mirarlos desarrollarse y disfrutarlo.
También, me inscribí a cursos de lindy hop con Vicky, mi compañera de piso! Una experiencia súper guay, en general me encanta bailar pero bailar sobre una música de swing es especialmente liberador, podemos sentir la conexión con el suelo, una harmonía en el cuerpo, y era imposible para mi dejar el sonrisa sobre mi cara 🙂
Y del 12 al 19 de enero, este intercambio en el pueblito de Mura… Hace algunos días que esta aventura se acabó pero todavía estoy llena de todas las energías, emociones y de los preciosos recuerdos que vivé allá.
Anna explicó con detalles en su artículo todo lo que hicimos como actividades durante estos siete días. Yo, puedo añadir que aconsejo a todos los jóvenes vivir este tipo de experiencia. Claro que permite hablar, compartir, expresarse sobre temas actuales y muy importantes como la igualdad, el empleo, el medio ambiente y mucho más pero también es un precioso medio para descubrir otras culturales, otras personas, y descubrirse a su mismo. Creo que la gente que no vive una experiencia como eso no puede realmente entender todo lo que un intercambio puede provocar como emociones y sensaciones. A medida que el intercambio pasa, estamos un grupo donde cada uno puede decir sus opiniones con calma, donde realizamos acciones que tan vez no van a cambiar el mundo pero puede mejorarlo 🙂
Durante este semana en Mura me sentí como en una preciosa burbuja, ahora es el tiempo de regresar pero tengo ganas de las próximas aventuras a venir ❤