Hola 🙂 Me llamo Solène, tengo 26 años y soy de Francia. No sé por dónde empezar este artículo, hay tan cosas que me gustaría decir…

En mi país, hay una cualidad que me falta: la paciencia. Pero lo que me gusta en el facto de irse vivir al extranjero, es que tenemos que dejar atrás una parte de uno mismo para reinventarse. Y es lo que se pasa aquí: Hace dos semanas que estoy en Terrassa, todo es nuevo y por eso, tengo que aclimatarme, descubrir poco a poco el lugar, la gente con quien me voy a pasar los nueve próximos meses, las asociaciones donde me voy a trabajar (La Vibria por supuesto pero también Tub d’Assaig, una asociación súper guay donde adultos y niños pueden aprender los artes del circo). Es también una nueva lengua, y para mi quizás es la cosa la más difícil, lograr expresarme y entender. Y así que es aquí donde se crea la magia: ahora soy paciente. Lo sé que necesitaré tiempo para ser bilingüe y para encontrar mi lugar. Pero me siento bien con eso, porque aquí hay mucha benevolencia, comprensión y solidaridad! No estoy sola, tengo gente hermosa a mi alrededor, como mis compañeras de piso, nuestras mentores, la gente de La Vibria y Tub d’Assaig,…

El domingo pasado con Vicky y Ana fuimos a Barcelona y qué placer caminar allá. Me parece que Barcelona es una ciudad que nunca duerme, donde siempre hay animación, lugares a descubrir, detalles a encontrar, por poco que levantamos la mirada.

Por fin, este voluntariado es una oportunidad, la de intentar nuevas cosas, cruzar barreras, abrirse a otras culturas y simplemente vivir una experiencia única!! Este es el principio pero tengo muchas buenas vibras, que suerte estar aquí y vivir este aventura 🙂