Casi tres meses de voluntariado, le permiten comprender muchas cosas, todavía tiene la fibrilación del principio, pero al mismo tiempo, muchas cosas comienzan a ser suyas. Nuevos lugares, nuevos hábitos, nuevas personas.

Me gusta cada vez más Terrassa, una ciudad hermosa donde puedes respirar un aire de libertad. El trabajo comienza a ser más y más definido, más bello y estimulante. Casi nunca quieres parar porque han pasado tres meses y tienes miedo de que también vuele el resto del tiempo.

Vivir con otras personas, en un contexto sociocultural completamente diferente al tuyo, te permite comprender muchas cosas sobre ti que no sabías o dabas por sentado, y una experiencia cultural y personal por encima de todo.

 

Vista del Parc Guell

En estos meses finalmente estoy descubriendo bien Barcelona, ​​he visitado Casa Battlò y Parc Guell y he comido una muy buena paella.

Miam!

El período navideño también me permitió descubrir muchas costumbres de Cataluña que no conocía.

Regresé a Italia para las vacaciones de Navidad y fue muy agradable, estaba feliz de abrazar a familiares y amigos, un momento de relajación solo para volver a la acción aún más cargado. Poco a poco todo se convierte en casa. Y creo que ese es el sentimiento correcto.